Las últimas décadas de "la fiebre del oro española" tuvieron un impacto positivo claro en la siguiente generación de "crisis". Los éxitos deportivos que han sido tan evidentes estos últimos años, han venido también parejos a éxitos culturales. El último de ellos es el cortometraje del gallego Alberto Vázquez ha sido seleccionado para la importante QUINCENA DE REALIZADORES DE CANNES, por donde han pasado muchísimas figuras de primer nivel. Y este corto que no he podido ver completo trata de una fábula existencialista. Me han gustado de él dos cosas, la primera es la técnica, realizado de una forma muy original y práctica, al estilo de Monty Phyton se ha centrado en contar la historia y no en la técnica de como contarla, así que pasa del collage a la fotografía y la ilustración de una gran manera, y del que hay claros precedentes en la animación contemporánea animada (como la serie: Gumball). La segunda cosa que me ha gustado es la semejanza con la animación soviética de los años 70 y 80, donde, por influencia de Tarkosky, el cine ruso se volvió tan profundo y existencialista. Me gusta mucho esas pequeñas obras animadas, dirigidas a un público a caballo entre lo infantil y lo adulto, una esencia que hace falta en el mundo de hoy donde la mercadotecnia crea lo inverso, obras para adultos totalmente infantilizadas.
Mucha suerte para Alberto que además de esta estrena película "psiconautas", además de ganar otro premio en los Goya. Tenemos también actores culturales de primer nivel mundial que tienen algo menos de repercusión que sus homónimos deportivos. Suerte!!!
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