Últimamente he visto varios intentos de modificación de la gráfica de la bajara, el primero de ellos fue la fracasada edición de Founier, encargada a un pintor, y que era la celebración de un aniversario de su fundación. El proyecto es tan malo que no quiero ni recordarlo. Más recientemente algunos artistas e ilustradores con renombre están embarcados en un proyecto que sugiere cierta renovación, pero que se basa en que cada uno dibuja lo suyo y no hay coherencia ninguna. Aunque reconozco que ha habido más fortuna en la baraja inglesa, el grupo de André Breton decidió en 1940 rehacer la baraja del taró en forma surrealista. Los resultados son francamente sugerentes y atractivos, ya que mantiene el misticismo, a la vez que la paleta de color está limitada, y los símbolos son francamente sugerentes. Otra vez, las vanguardias parecen más "modernas" que la actualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario